Logo CCOO

17

feb 2017

Atocha, la libertad

17 de Febrero de 2017. Luis Maria Gonzalez Fernandez

 

Han pasado cuarenta años del asesinato de los abogados de Atocha. Casi cuarenta años viviendo en libertad, por la que ellos dieron su vida. Su muerte, como recordó Toxo, fue nuestra vida

El 15 de febrero de 2017, CCOO les rindió un solemne homenaje en el Teatro Monumental de Madrid. No faltó nadie, o casi nadie. Allí estuvieron familiares de las víctimas, el sindicalista por el que preguntaron los asesinos, Joaquín Navarro, dos centenares de abogados, entre ellos los que en 1977 pelearon por un juicio justo, magistradas, jueces, la Fundación de Abogados de Atocha, personas de la universidad y la cultura, históricos dirigentes de CCOO, supervivientes del Proceso 1001, representantes del Comité de Huelga del Transporte de 1977, organizaciones empresariales, amigas y amigos del movimiento sindical y asociativo, una amplia representación de organizaciones de la sociedad civil y la práctica totalidad de formaciones políticas con representación parlamentarias, entre ellas el PCE, el partido al que pertenecían las víctimas del atentado, como también lo eran de Comisiones Obreras.

Con el acto se rindió igualmente tributo a las abogadas y abogados laboralistas, a los de entonces y a las de ahora, porque sin ellos el sindicalismo de clase y CCOO, no serían lo que son. En la España de la dictadura los despachos laboralistas, al frente de los cuales había excelentes profesionales, fueron mucho más que una herramienta de acción legal. Sus locales actuaron como centros de actividad social y política para pelear contra el franquismo. Fueron un hervidero de lucha sindical y ciudadana, con militantes orgullosos de su partido y de su sindicato. Eran tiempos duros, donde cualquier descuido podía dar con tus huesos en una comisaría. Lejos, muy lejos de las crónicas frívolas y temerarias, empeñadas en devaluar aquella lucha por la libertad, gracias a la cual, por ejemplo, estos detractores no han conocido otra cosa que la democracia. Más que aprender a domesticar a los otros no estaría mal que aprendiesen a conocer lo que pasó, en qué régimen pasó y qué hubo de ocurrir para derrotarlo. Aunque me temo que eso sea pedir demasiado.

El acto del Monumental sirvió igualmente para proclamar nuestra admiración, consideración y respeto por un creador de sueños, un artista comprometido con su tiempo, con las causas más nobles de la vida. Una breve entrevista grabada resumía sus ideas sobre cómo contemplar una obra de arte. Juan Genovés, pintor y amigo de las Comisiones Obreras, recibió de manos de Toxo un pequeño detalle de reconocimiento, un cubo de madera en el que se podía leer: un realista que vive el mundo de los sueños, un soñador que quiere vivir la realidad.

El acto arrancó con un vídeo en el que se condensaban los hechos que condujeron al execrable atentado de 1977. De inmediato tomó la palabra la alcaldesa de Madrid y una de las abogadas laboralistas de entonces, Manuela Carmena. Salvó la vida hace ahora cuarenta años, por la simple intervención del azar. Tendría que haberse reunido en el despacho visitado por los pistoleros, pero un cambio de última hora llevó la reunión a un piso situado a escasos metros de Atocha 55. El secretario general de CCOO de Madrid, Jaime Cedrún, el único superviviente del atentado, Alejandro Ruiz-Huerta, los abogados laboralistas, Enrique Lillo y Alicia Santos -a los que precedió un vídeo con palabras de cinco laboralistas históricos-, e Ignacio Fernández Toxo, intervinieron en el mismo.

No quiero terminar este comentario sin mencionar a las dos personas que lo presentaron: Almudena Grandes y Luis García Montero. Representan lo mejor del activismo social e intelectual, siempre al lado de la justicia y la libertad, de las gentes de izquierdas y del sindicalismo de clase. Y lo hacen desde su incuestionable valía y reconocimiento como dos extraordinarios escritores y periodistas -Almudena, brillante observadora del mundo que le toca vivir y del tiempo que la ha conmovido en la reciente historia de España; y Luis, el mejor poeta español vivo y un excelente escritor y cronista de este, en ocasiones, extravagante mundo. A los dos, nuestra admiración y gratitud.

Últimas entradas